Autoridades exigen respuestas mientras Puerto Rico trata de recuperarse de otro apagón
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SAN JUAN — Cuadrillas de operarios trabajaron durante la madrugada del jueves para restablecer el suministro eléctrico en Puerto Rico después de un apagón generalizado en la isla que afectó al principal aeropuerto internacional, a varios hospitales y a hoteles llenos de turistas que disfrutaban de sus vacaciones de Semana Santa.
El apagón, que comenzó pasado el mediodía del miércoles, dejó a 1,4 millones de clientes sin electricidad y a más de 400.000 sin agua. Más de 826.600 clientes, el 56%, habían recuperado el suministro eléctrico para la tarde del jueves, mientras que el 83% de los usuarios ya tenía agua. Las autoridades esperaban que el 90% de los clientes volvieran a tener luz en un plazo de 48 a 72 horas después del corte.
“Es una vergüenza para el pueblo de Puerto Rico que tengamos un problema de esta magnitud”, dijo la gobernadora, Jenniffer González, quien interrumpió sus vacaciones de una semana y regresó a la isla el miércoles por la noche.
Dijo que tomaría al menos tres días tener información preliminar sobre lo que podría haber causado el apagón, el cual colapsó el tráfico, obligó a cientos de negocios a cerrar y dejó a quienes no podían permitirse generadores buscando desesperadamente hielo y velas.
“Nuestro sistema está bien frágil”, reconoció.
Es el segundo apagón general que afecta a la isla en menos de cuatro meses. El anterior se produjo en Nochevieja.
Un apagón masivo se registró en todo Puerto Rico esta semana, dejando a 1,4 millones de clientes sin electricidad y a más de 400.000 sin agua.
Gobierno bajo presión para cancelar contratos con empresas energéticas
“¿Por qué en días festivos?”, se quejaba José Luis Richardson, que no tenía un generador y se mantenía fresco salpicándose agua cada pocas horas.
El rugido de los generadores y el olor a humo llenaban el aire mientras un número cada vez mayor de puertorriqueños renovaban los llamados al gobierno para cancelar los contratos con Luma Energy, que supervisa la transmisión y distribución de energía, y Genera PR, que supervisa la generación.
González prometió atender esas peticiones.
“Eso no está bajo duda o cuestionamiento”, afirmó la mandataria, que agregó que no se trata de un proceso rápido. “Es inaceptable el que tengamos fallas de este tipo”.
González dijo que un apagón importante como el del miércoles supone una pérdida de ingresos estimada de 230 millones de dólares diarios.
Ramón C. Barquín III, presidente del Centro Unido de Detallistas, una organización sin ánimo de lucro que representa a pequeñas y medianas empresas, advirtió que los apagones continuos asustarían a posibles inversionistas en un momento en que Puerto Rico necesita urgentemente desarrollo económico.
“No podemos seguir repitiendo este ciclo de apagones sin tomar medidas concretas para reforzar nuestra infraestructura energética”, manifestó.
Muchos estaban preocupados por la población anciana de Puerto Rico. El alcalde de Canóvanas movilizó brigadas para visitar a los encamados y a quienes dependen de equipos médicos electrónicos.
El regidor de Vega Alta, por su parte, habilitó un centro para suministrar electricidad a personas con equipos médicos vitales.
La noche del miércoles fue difícil para muchos, incluido Santos Bones Burgos, de 62 años.
“La pasé en el balcón”, dijo, añadiendo que intentaba tomar un poco de aire fresco.
En algún momento, se quedó dormido y recordó despertarse a las 5 a.m. con un vecino gritando que la luz había vuelto.
Entre los que no pudieron dormir estaba Dorca Navarrete, una limpiadora de casas de 50 años que dijo que hacía demasiado calor.
“Horrible fue anoche”, comentó. “No pude dormir. Me levanté con dolor de cabeza”.
Cuando abrió los ojos, vio luz y pensó que no podía ser el sol a esa hora. Luego, una sonrisa se extendió en su rostro cuando se dio cuenta de que era de la luz que había dejado encendida en una habitación el día anterior.
¿Qué provocó el apagón?
Por el momento no estaba claro qué provocó el apagón, el más reciente de una serie de grandes cortes de electricidad que han afectado a la isla en los últimos años.
Una posibilidad es que la vegetación crecida afectó la red, lo cual, de ser cierto, no debería haber ocurrido, dijo Josué Colón, el zar de energía de la isla y exdirector ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico.
Colón señaló que la autoridad volaba diariamente para inspeccionar ciertas líneas, algo que, según él, Luma debería estar haciendo.
Colón dijo que Luma también necesita explicar por qué todos los generadores se apagaron después de que hubo una falla en el sistema de transmisión, cuando se suponía que solo uno debía entrar en modo de protección.
Pedro Meléndez, ingeniero de Luma, dijo que la investigación está en curso. Dijo en una conferencia de prensa el jueves que no tenía detalles inmediatos sobre cuándo fue la última vez que la empresa realizó una patrulla aérea, pero dijo que estas ocurren con la frecuencia establecida en su contrato.
Daniel Hernández, vicepresidente de operaciones de Genera PR, indicó el miércoles que el sistema de transmisión se vio afectado por una perturbación después del mediodía, un momento en que la red queda en una situación de vulnerabilidad debido a que no hay muchas máquinas regulando la frecuencia a esa hora.
Puerto Rico ha sufrido apagones crónicos desde septiembre de 2017, cuando el huracán María azotó la isla como una poderosa tormenta de categoría cuatro, arrasando una red eléctrica que los operarios tratan aún de reconstruir.
La red ya estaba deteriorada como consecuencia de décadas de falta de mantenimiento e inversión con la Autoridad de Energía Eléctrica del estado, que está luchando por reestructurar 9.000 millones de dólares en deuda.
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